De niño mi sueño era tener una pista de automodelismo,mis padres jamás pudieron dármela.
De grande, intento realizar este sueño.
Creo que los sueños que no se cumplen siguen llorando en nosotros por siempre.
Por eso lo de la pista de automodelismo de hoy, para cumplir mi sueño y el de otros, ya que preguntando descubro que son muchos los adultos que también tenían el mismo sueño.
Estoy a favor de la tecnología y del avance de la comunicación, pero me duele cuando éste en vez de acercar aleja, por ejemplo ¿Qué es lo que sucede con los niños y sus juegos?
Permanecen solitarios en su habitación mirando televisión o con sus PlayStation.
Hoy los niños no comparten con los otros niños sus juegos, como lo hacíamos sus padres.
Sus padres tampoco comparten juegos con los niños.
Y el silencio acomete, creo que la pobreza en el lenguage de nuestros niños (y de algunos no tan niños) es porque ya no se comparte como antes, no se dialoga, no se cuestionan las reglas de algún juego o demás (¿Quién puede negar el discurso previo cuando se comenzaba el El juego de la bolita , bolillas o canicas?)
Hoy los niños no tienen el disfrute de ganar en grupo, de ensuciarse la ropa trepando, celebrando, aventurándose. Para todo ello, el habla estaba de por medio.
Por eso este nuevo proyecto mío, que también es parte de mi familia y amigos.
Buscamos la palabra y la alegría otra vez.
Que el grande cumpla su sueño, que los padres compartan con sus hijos, que todos volvamos a hablar como antes.
Que así sea.
Les dejo un abrazo.
Creo que los sueños que no se cumplen siguen llorando en nosotros por siempre.
Por eso lo de la pista de automodelismo de hoy, para cumplir mi sueño y el de otros, ya que preguntando descubro que son muchos los adultos que también tenían el mismo sueño.
Estoy a favor de la tecnología y del avance de la comunicación, pero me duele cuando éste en vez de acercar aleja, por ejemplo ¿Qué es lo que sucede con los niños y sus juegos?
Permanecen solitarios en su habitación mirando televisión o con sus PlayStation.
Hoy los niños no comparten con los otros niños sus juegos, como lo hacíamos sus padres.
Sus padres tampoco comparten juegos con los niños.
Y el silencio acomete, creo que la pobreza en el lenguage de nuestros niños (y de algunos no tan niños) es porque ya no se comparte como antes, no se dialoga, no se cuestionan las reglas de algún juego o demás (¿Quién puede negar el discurso previo cuando se comenzaba el El juego de la bolita , bolillas o canicas?)
Hoy los niños no tienen el disfrute de ganar en grupo, de ensuciarse la ropa trepando, celebrando, aventurándose. Para todo ello, el habla estaba de por medio.
Por eso este nuevo proyecto mío, que también es parte de mi familia y amigos.
Buscamos la palabra y la alegría otra vez.
Que el grande cumpla su sueño, que los padres compartan con sus hijos, que todos volvamos a hablar como antes.
Que así sea.
Les dejo un abrazo.
Pablo
